¿Religión o libertad de expresión?
En las últimas dos semanas se han provocado
manifestaciones y ataques por el video ofensivo contra Mahoma titulado (La
inocencia de los musulmanes).
Al igual que en 1984, cuando el ayatolá Jomeini dictó una fatua contra Salman Rushdie, o en el 2005, cuando
un diario danés publicó unas caricaturas de Mahoma, el filme sobre el profeta del islam reabre ahora el debate
sobre los límites de la libertad de expresión y sobre la intolerancia religiosa.
Es una polémica que difícilmente se cerrará, porque plantea dos formas opuestas
de entender la política y la religión.
Conociendo
estos incidentes pienso que las instituciones nacionales e internacionales
deben regular la libertad de expresión cuando el tema trata asuntos que puedan
afectar a algunas culturas o herir las
creencias personales.
La libertad
de expresión es un derecho fundamental
del ser humano para opinar libremente y expresarnos sin ninguna censura.
Pero mi opinión
es que ante la libertad de expresión esta el respeto hacia la cultura y la ideología
de los demás. La libertad de expresión no significa poder ofender a los demás libremente
si no que como su definición indica, respeta y valora los derechos humanos, y la base del respeto debe ser la tolerancia
hacia los demás.
Podemos observar un ejemplo en Caracas donde se realizo un sacrilegio hacia la virgen.
La religión
es una parte de la actividad humana de tipo moral, existencial y espiritual que
hace referencia tanto a las creencias como a ritos y enseñanzas colectivas.
En conclusión,
se puede decir que las leyes deberían limitar la libertad de expresión para así
poder evitar conflictos como los sucedidos en esta y otras ocasiones y
comprender que ante todo está el respeto y la consideración a las culturas y
opiniones de las personas.